Las guerras siempre son por un "quítate tú que me pongo yo", o sea, me pongo yo a disfrutar de tu poder, tu petroleo, tus diamantes, tu uranio...
Antiguamente era lo mismo, por ejemplo los romanos no paraban de guerrear para conseguir el poder que poseían todos los pueblos que les rodeaban y de los que no les roreaban también.
"Eso" que dan en llamar historia los/las sabi@s oficiales, no es más que una repetición aburridísima de lo que escribí más arriba: "quitate tú que me pongo yo" con toda la crueldad humana que la frase lleva implícita.
Siempre además, al igual que ahora, los que tienen el poder para declarar la guerra se inventan mentiras o llegan a provocar entre su propio pueblo falsos acontecimientos muy dramáticos echándole la culpa al "enemigo" para justificar su acción de ataque guerrero.
De nada sirve la "experiencia" mientras el pueblo (en el cual me incluyo) siga teniendo los ojos del alma dormidos.
Antiguamente era lo mismo, por ejemplo los romanos no paraban de guerrear para conseguir el poder que poseían todos los pueblos que les rodeaban y de los que no les roreaban también.
"Eso" que dan en llamar historia los/las sabi@s oficiales, no es más que una repetición aburridísima de lo que escribí más arriba: "quitate tú que me pongo yo" con toda la crueldad humana que la frase lleva implícita.
Siempre además, al igual que ahora, los que tienen el poder para declarar la guerra se inventan mentiras o llegan a provocar entre su propio pueblo falsos acontecimientos muy dramáticos echándole la culpa al "enemigo" para justificar su acción de ataque guerrero.
De nada sirve la "experiencia" mientras el pueblo (en el cual me incluyo) siga teniendo los ojos del alma dormidos.
1 comentario:
Qué bonita la frase "los ojos del alma dormidos"
Y las imágenes, impresionantes, muy buenas.
Besos
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