Una duda yo he tenido
y a una amiga sabia
he acudido.
La cuestión es la siguiente:
Ahora en enero,
cada vez que yo me siento
al ordenador abierto
un diminuto mosquito
sale volando directo
a mi boca y mis dientes
como saludo eficiente.
Mientras sigo trabajando
él va y viene volando.
A la hora de comer
en la cocina hay otro también
y cuando en el comedor me siento
para dar buena cuenta
de los alimentos,
otro aparece molesto
dando vueltas alrededor
donde me siento.
Una duda me asaltó
y por eso a mi amiga acudí yo:
¿tú crees que un mosquito es
o serán tres?
Y ella muy sabia me dijo:
"Es uno y es doméstico
y no tres mosquitos indigestos.
Cuídalo bien que sus ventajas
habrá de tener,
pues te hace compañía
pues sin él
más sola estarías"
A mi amiga le agradezco
y ahora en condiciones
al mosquito preservo.
2 comentarios:
Esta fábula del mosquito
semejante es
a la de la santísima trinidad:
también allí es uno y son tres.
Deduzco que la mascota
sabe mucha teología
y goza de ubicuidad
mientras te hace compañía.
Parece que no es posible
que te escondas del mosquito,
él siempre mira lo que haces
cual si fuera un dios chiquito.
¿No será que tu conciencia
se proyecta en el insecto
y tu sentido moral
no te deja ni un momento?
Pero tener que hacer pis
comer, hablar y reir
siempre delante de él,
puede ser asunto serio;
cualquier día con un trapo
acabas con el misterio
de tu mascota volante,
pequeña, pero cargante.
Me estoy riendo un montón
con estos 'mosquitos'
que has subido
al blog.
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