viernes, 19 de febrero de 2010
La Diferente Maternidad de cada Especie
Madre, madre humana, llena de limitaciones afectivas
porque has nacido en la especie de los seres "racionales".
Madre, que no puedes amar a tus hijos
porque se te ha obligado a parirlos.
Madre, que te han forzado a que tu profesión
sea la maternidad.
Madre, que a causa de ello no puedes amar lo que de ti nace.
Madre que vives en guerra con tus entrañas
y tu corazón.
Madre que no puedes amar a tu hija
porque nació mujer y no hombre
y tu prestigio se vió mermado.
Madre, que te llevo heredada
en la noche oscura de mi inconsciente ancestral.
Madre, que ni siquiera puedes ser comprendida
por las otras mujeres a las cuales
tú con tu rebelión
ayudaste a librarlas de la "profesión" de madre.
Madre, que cuando miras a la gatita
que sujeta en sus patas
a ese hijo suyo, plenamente abandonado a la confianza
en el amor de su madre,
lloras porque no supiste amar
a los hijos nacidos de tu cuerpo
pues cada vez que ellos se abandonaban a tí de ese modo,
les herías con el odio contra los que te habían
obligado a ser madre.
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2 comentarios:
La maternidad
es una experiencia
fenomenal:
procedo de una genial.
No he sido madre
físicamente
por miedo a no poder sacar
adelante a mis hijos,
bastante tengo conmigo,
aunque suene a egoísmo.
La siento muy cerca
a través de la afectividad.
No soy madre, sólo hija;
me resulta difícil asimilar
tanto sufrimiento
asociado a la maternidad.
Y en cuanto hija comprendo
que es fatal
no haber tenido nunca
un amor incondicional.
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