En una noche oscura con ansias de amores inflamada,¡oh dichosa ventura! salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada.
A oscuras, y segura por la secreta escala disfrazada, ¡oh dichosa ventura! a oscuras, y en celada, estando ya en mi casa sosegada.
En la noche dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodíaa donde me esperaba, quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
A oscuras, y segura por la secreta escala disfrazada, ¡oh dichosa ventura! a oscuras, y en celada, estando ya en mi casa sosegada.
En la noche dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodíaa donde me esperaba, quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste, oh noche amable más que alborada: oh noche que juntaste Amado con Amada, Amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido, que entero para él sólo guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería, y todos mis sentidos suspendía.
Quédeme, y olvídéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo, y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.
En mi pecho florido, que entero para él sólo guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería, y todos mis sentidos suspendía.
Quédeme, y olvídéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo, y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.
1 comentario:
Es un poema tan hermoso,
que no sé cómo nos atrevemos
a escribir nuestras pobres palabras después,
si no es porque Juan y toda su poesía somos también nosotros.
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