Felisito disfrutaba cuando las lluvias llegaban.
Sin chaqueta ni gabardina, bajo la lluvia corria.
Con sus amigos jugaba y así la tarde pasaba
y también añoraba unas katiuscas que no le regalaban,
porque a su mamá no le daba la gana,
de que en los charcos se enfangara.
Un día muy mojado a casa regresó
y su mamá mucho se enfadó
y una bronca le echo.
Felisito se ha quedado, en su cuarto castigado
y bajo la lluvia nunca más ha jugado.
Pero un día que llovía, por la puerta se ha escapado
y a los charcos se tiraba, para que su mami se fastidiara.
Ahora Félix es mayor y prefiere los huevos y las chuletas con jamón a
Sin chaqueta ni gabardina, bajo la lluvia corria.
Con sus amigos jugaba y así la tarde pasaba
y también añoraba unas katiuscas que no le regalaban,
porque a su mamá no le daba la gana,
de que en los charcos se enfangara.
Un día muy mojado a casa regresó
y su mamá mucho se enfadó
y una bronca le echo.
Felisito se ha quedado, en su cuarto castigado
y bajo la lluvia nunca más ha jugado.
Pero un día que llovía, por la puerta se ha escapado
y a los charcos se tiraba, para que su mami se fastidiara.
Ahora Félix es mayor y prefiere los huevos y las chuletas con jamón a
la lluvia impertinente que su ropa deja desluciente.
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