INVOCACIÓN A LA ENERGÍA UNIVERSAL

Madre y Padre nuestros que sois el Universo Infinito y todo lo creado y que una de vuestras manifestaciones es el Amor Incondicional. Que florezca en nosotras las personas la semilla que llevamos de vuestra Energía que es nuestra Esencia y así que desaparezca nuestro inconsciente y se haga en toda la humanidad una sola Consciencia Universal y veamos con claridad que: TODOS LOS SERES VIVOS SOMOS UNO EN EL AMOR INCONDICIONAL.

jueves, 22 de abril de 2010

Mañanas en el Barrio de Salamanca


La vi venir con su carita oscura, sus vaqueritos y su bolsito bandolera. Toda ella en color opaco y emanando una cierta elegancia. Llevaba reunida en su mano derecha tres corréas estrechitas hechas de piel, que sujetaban cada una de ellas a un perrito de lujo de esos pequeños que no se si son chihuaguas o algo semejante: gorditos, lustrosos.

.-A dónde irá ésta con tres perros.- Pensé.- Que manía le ha entrado a la gente de tener varios perros en una casa.

Me fijé más detenidamente en la chiquita que los llevaba y entonces fue cuando vi sus ropas algo burdas su rostro de india latina, lindo, fino agraciado y caí en la cuenta de que era la "tata" de alguna de las casas pudientes del barrio señorial, elegante, de viviendas con enormes salones y pasillos inacabables, habitados todavía por personas muy mayores, lánguidas y educadas para tener criadas a las que poder mandar y perritos chillones a los que poder acariciar.

Uno de los perritos se puso a hacer pis en el tronco de un árbol mientras la chica sujetaba delicadamente su correa, el segundo perro esperaba turno tras él respetuosa y pacientemente y el tercero se puso a mirarme con sus ojillos extrávicos. Sentí deseos de acariciarle pero su hociquito afilado, sus bigotes ratoniles y la mirada perdida entre su derecha y su izquierda me retuvieron. Le ví echandose hacia atrás, rechazando mis caricias, ladrandome, gruñiéndome y enseñándome sus dientes...

Continué mi camino mientras que ellos se alejaban de mi en dirección contraria.

4 comentarios:

viky frias dijo...

El cuento es muy bonito y voy a apostillar un poco:

En las casas señoriales las indias latinas son las criadas de los perros. Los señores y señoras tienen mayordomo, camarera, cocinera y dama de compañía, todos ellos de raza aria y licenciados o doctores en varias ramas del saber.
Los perritos, aunque guardan turno para hacer pis, se permiten gruñidos y ladridos con los de fuera.
En cambio las señoras y señores de la casa no gruñen ni ladran, entretenidos como están en robar lo más posible, cada cual desde su posición: unos en la política, otros en la iglesia, muchos en diferentes negocios…

Cons dijo...

Gracias por tu comentario, es muy interesante y estoy por completo de acuerdo con todo lo que has escrito.
Besos

mgoduver dijo...

Qué lío habéis montado
de ladrones amos,
de perros fieras,
y de criados que esperan
mientras ellos mean.

......

Por cierto, Cons,
a mí también
me gusta más el otoño
y no sé el porqué,
quizás porque adoro
más el atardecer.

Cons dijo...

Si a-doras el atardecer
tal vez sea
porque el atardecer
dora-do queda.
Esa luz rojiza...
y después la noche,
recogida, íntima