La vi venir con su carita oscura, sus vaqueritos y su bolsito bandolera. Toda ella en color opaco y emanando una cierta elegancia. Llevaba reunida en su mano derecha tres corréas estrechitas hechas de piel, que sujetaban cada una de ellas a un perrito de lujo de esos pequeños que no se si son chihuaguas o algo semejante: gorditos, lustrosos.
.-A dónde irá ésta con tres perros.- Pensé.- Que manía le ha entrado a la gente de tener varios perros en una casa.
Me fijé más detenidamente en la chiquita que los llevaba y entonces fue cuando vi sus ropas algo burdas su rostro de india latina, lindo, fino agraciado y caí en la cuenta de que era la "tata" de alguna de las casas pudientes del barrio señorial, elegante, de viviendas con enormes salones y pasillos inacabables, habitados todavía por personas muy mayores, lánguidas y educadas para tener criadas a las que poder mandar y perritos chillones a los que poder acariciar.
Uno de los perritos se puso a hacer pis en el tronco de un árbol mientras la chica sujetaba delicadamente su correa, el segundo perro esperaba turno tras él respetuosa y pacientemente y el tercero se puso a mirarme con sus ojillos extrávicos. Sentí deseos de acariciarle pero su hociquito afilado, sus bigotes ratoniles y la mirada perdida entre su derecha y su izquierda me retuvieron. Le ví echandose hacia atrás, rechazando mis caricias, ladrandome, gruñiéndome y enseñándome sus dientes...
Continué mi camino mientras que ellos se alejaban de mi en dirección contraria.
4 comentarios:
El cuento es muy bonito y voy a apostillar un poco:
En las casas señoriales las indias latinas son las criadas de los perros. Los señores y señoras tienen mayordomo, camarera, cocinera y dama de compañía, todos ellos de raza aria y licenciados o doctores en varias ramas del saber.
Los perritos, aunque guardan turno para hacer pis, se permiten gruñidos y ladridos con los de fuera.
En cambio las señoras y señores de la casa no gruñen ni ladran, entretenidos como están en robar lo más posible, cada cual desde su posición: unos en la política, otros en la iglesia, muchos en diferentes negocios…
Gracias por tu comentario, es muy interesante y estoy por completo de acuerdo con todo lo que has escrito.
Besos
Qué lío habéis montado
de ladrones amos,
de perros fieras,
y de criados que esperan
mientras ellos mean.
......
Por cierto, Cons,
a mí también
me gusta más el otoño
y no sé el porqué,
quizás porque adoro
más el atardecer.
Si a-doras el atardecer
tal vez sea
porque el atardecer
dora-do queda.
Esa luz rojiza...
y después la noche,
recogida, íntima
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