.-"Y se casaron y comieron perdices y fueron felices el resto de su vida."
Estaba quietecita en su jergón de lana tratando de coger el sueño, cuando ¡de pronto! esta frase le vino a la cabeza haciendo que todas las alertas se le despertaran.
.-¡Ay va! ¿y si va a ser que la clave es ésta? Sí, lo de las perdices... A ver si es que ese final repetitivo de todos los cuentos lo que nos está es tratando de decir lo que tenemos que hacer para que todo se transforme y las personas podamos vivir en pareja gracias a la fórmula que consiste en comer perdices consiguiendo así que las afiladas aristas del caracter de cada cual desaparezcan y la convivencia se convierta ya, hasta la muerte, en algo agradable y delicioso?
Ante este luminoso pensamiento su mente se relajó, pero no lo suficiente como para permitir la entrada de Morfeo.
.-Mañana seguiré en ello, es cosa de investigarlo.
Y se quedó dormida poco a poco mientras que en su cabeza iba contando el número de perdices que alegres y juguetonas saltaban de una en una de un lado al otro de una valla de madera.
5 comentarios:
No sirve.
De tierra soy de cazadores y amazonas
y ya he probado la receta. Es falsa.
No hay que fiarse de los finales de cuentos,
que cuentos son al fin y al cabo.
Y las ingenuas y simpáticas perdices
no deberían ser las más perjudicadas.
Mejor seguir consejo de elefantas
que se desplazan majestuosas
por las amplias sabanas.
Los clanes de elefantes
son ejemplos de paz y bienestar;
los dirige la matriarca,
la elefanta de más edad.
Ella es la más experta,
y todos le obedecen sin rechistar.
¡Qué bonito lo de las elefantas!
¿Es verdad?
Mi logotipo es un elefante ¿Las elefantas tienen colmillos? porque lo convierto en elefanta en un pis-pas.
Bueno pues besos de una elefanta a otra elefanta.
Por supuesto que es verdad,
está tomado de un libro de zoología
y costumbres de los animales.
No sé si las elefantas tienen colmillos,
¿por qué no habrían de tenerlos?
Pues porque creo que las hembras no los tienen o los tienen pequeños. Será para no hacer daño a los bebés. Lo miraré en internet.
¡Cuánto aprendo
leyendo a mis amigas!
No sé si el comer perdices
nos hará más felices.
Yo, cuando era pequeña,
casi siempre comía lentejas,
también cocido,
era muy socorrido.
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